Cada año, al iniciar la Formación en Doulas, trabajamos con las mujeres que deciden hacerla el porqué de esa elección. ¿Por qué están allí? ¿Por qué y para qué quieren ser Doulas? ¿Qué tienen en común todas ellas? Y algo se hace recurrente: el deseo de servir, de acompañar, de sostener… Algunas porque lo hicieron a lo largo de sus vidas en diferentes circunstancias, otras porque hubieran necesitado una Doula en su parto, o porque quieren que la experiencia de otras mujeres sea la mejor posible en un momento tan fundamental. De lo que no cabe duda,  y se repite en todas, es que son personas sensibles, que creen y sienten que la llegada al mundo de un nuevo ser es un hecho único y milagroso.  Por lo tanto, tener la posibilidad de acompañar a una mujer que será madre también lo es.

Mujeres, madres, hijas, hermanas; profesionales, amas de casa… todas, y cada una de ellas, con sus historias, sus cuerpos, sus personalidades, pueden ser de gran apoyo. Se necesita el deseo de acompañar y también de conocerse a sí mismas, de explorar en sus propias experiencias, sus conceptos, sus valoraciones en torno a la maternidad; trabajo no tan fácil, pero si muy grato cuando se descubre una parte muchas veces oculta, guardada que pide florecer. Así es como crecemos como mujeres, entre mujeres, acompañando a otras en un momento sagrado que dejará huellas en ellas, en sus familias, en quienes la asisten y en la sociedad entera.

Lic. Valeria Delgado
Psicóloga – MP 6554
Profilaxis Perinatal - Doula
Coordinadora de la Formación en Doulas