Cuando no llegamos al piso, algo muy común de realizar es que nos acercamos al borde de la silla y nuestra columna no queda apoyada en el respaldo. Lo ideal, es que sino llegamos al piso podamos colocar un taburete, un ladrillo o un par de libros y subamos los pies para que mis rodillas estén más dobladas , mi espalda y la parte alta de la pelvis esté totalmente apoyada a un respaldo. De esta manera puedo testear que la espalda esté cómoda y los hombros también. Es la postura más común para poderlo prender, donde la mamá puede colocar la cabecita del bebé en el ante brazo y el resto de la mano atraviesa la espalda. O al revés colocando mi mano en la cabeza y el otro brazo el que sostiene toda la espalda.
Lo importante de esta posición>> panza con panza, que haya una línea imaginaria que alinee la orejita, el hombro y la cadera.
Por otro lado >>una nueva línea imaginaria que alinee: el pezón, la boquita y el lóbulo de la oreja.
De esa manera el bebé estaría cómodo y las mamás también.
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El almohadón en la falda, no es imprescindible, pero sí cualquier almohadón que pueda elevar al bebé hasta la altura de la mamá. De lo contrario, nosotros podremos utilizar los brazos para sostenerlo pero con el paso del tiempo y el peso, vamos a empezar a encorvarnos hacia adelante que sería causante de otro posible desequilibrio muscular y eso nos causaría bastantes molestias, como para poder seguir en esa postura amamantando muchos meses.